Solemos dar por hecho o entender, que la violencia de género es solo entre hombres-mujeres, y que el hombre es el agresor, y que lo es porque tiene una actitud machista. Pero debemos aclarar que esta se puede producir en cualquier tipo de pareja y por cualquier parte de la misma.
Una de las definiciones con mayor relevancia es la que aparece a continuación de las Naciones Unidas.
Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (“Artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Naciones Unidas, 1994).
Principalmente, hay 5 tipos de violencia de género;
– Física: es la que antes se percibe, empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc.. Es la más reconocida por la sociedad, y de las más comunes.
-Psicológica: es la que aparece inevitablemente siempre que hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio y desvalorizando de su persona. Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en la victima sentimientos de culpa, incrementando el control y la dominación del agresor.
Dentro de esta última categoría, hay otras últimas tres subcategorias:
-Económica: el agresor intenta controlar la situación económica de la víctima, impidiéndole trabajar, controlando sus ingresos, obligando lo/a a darle su dinero ahorrado, ect..
-Social: limita sus contactos sociales, cortando lazos familiares, impidiendo salidas con amigos, aislando a la víctima.
-Sexual: Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación o indefensión” (Alberdi y Matas, 2002). Aunque podría incluirse dentro del término de violencia física, se distingue de aquella en que el objeto es la libertad sexual .